Elvira Cubas, la costurera de Santiago Apóstol en Apastepeque
Desde hace más de tres décadas, eElvira Cubas es quien viste al patrono con trajes llenos de devoción y esmero.
Jul 24, 2025- 07:32
En Apastepeque, del departamento de San Vicente (El Salvador), Elvira Cubas de Zavala se ha ganado con hilo y aguja un lugar en el corazón de su comunidad. A sus 66 años, esta costurera es mucho más que una mujer que confecciona: es la encargada de vestir a Santiago Apóstol, el santo patrono del pueblo, así como a San Alejo, otra de las imágenes veneradas durante las fiestas religiosas locales.
El trabajo de doña Elvira comenzó en 1990, cuando una feligrés se acercó a pedirle que confeccionara trajes para ambas imágenes. Aceptó sin imaginar que estaba a punto de asumir un cargo que, según la creencia popular, no se elige, sino que se recibe por designio divino.
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Y así, desde hace 35 años, Elvira se convirtió en la "costurera oficial de Santiago Apóstol", una tradición heredada de doña Elvira Molina y Juan José Monzón, quienes anteriormente cumplían esa misma labor.
Los primeros trajes que confeccionó fueron de estilo militar y de color azul oscuro. Desde entonces, la cantidad y variedad de trajes ha crecido exponencialmente. En este 2025, Elvira ha elaborado 27 atuendos solo para las fiestas patronales, que se celebran a partir de mediados de julio. Las imágenes pueden estrenar hasta cinco trajes al día durante esos días festivos, lo que significa que el trabajo de Elvira empieza con mucha antelación, generalmente desde mayo.

Pero este arte no es simple ni rápido. Cada traje lleva aproximadamente dos días de elaboración, ya que se trabaja con piezas pequeñas, forradas con satín, terciopelo, telas brocadas y otros materiales lujosos. Además, van adornados con detalles que deben ser cosidos cuidadosamente a mano.
“Los trajes de los santos van forrados, no se les ven las costuras. Lleva mucho trabajo a mano. Están formados con varias piezas que se pegan con remaches. Ya sé perfectamente dónde van los broches. A mí nadie me ayuda, ni a pegar un botón”, asegura con orgullo.
Confeccionar estas vestimentas también tiene un profundo sentido espiritual. Los trajes no los encarga la parroquia, sino los propios feligreses, quienes los ofrecen como promesa o agradecimiento por favores recibidos. Una vez terminados, los donantes los entregan a la mayordomía, la cual se encarga de vestir a las imágenes durante los días festivos.

El costo de cada traje varía entre los 200 y 250 dólares, dependiendo de la tela y los adornos. Ese precio incluye tanto el material como la mano de obra. Sin embargo, si los devotos proporcionan las telas y accesorios, Elvira solo cobra 75 dólares por la confección. En la mayoría de casos, los diseños son de su autoría, y ella misma se encarga de comprar todo lo necesario.
Vale mencionar que gracias a su esfuerzo y dedicación por preservar esta importante tradición, en 2016 doña Elvira fue nombrada por la municipalidad “Hija Distinguida de Apastepeque”.
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A lo largo de estos 35 años, doña Elvira estima haber confeccionado más de 500 trajes para las imágenes sagradas. Cada uno de ellos es resguardado cuidadosamente en armarios por la mayordomía, y algunos vuelven a usarse en años posteriores. Pero para ella, ninguno pierde valor: todos son piezas hechas con devoción, paciencia y una profunda fe.