Niños con Altas Capacidades luchan por la inclusión y el reconocimiento

En el marco del Día de las Altas Capacidades, en el país solo se ha podido identificar y diagnosticar a 110 niños con altas capacidades a nivel nacional debido a la falta de conocimiento por parte de la población.

Por Abigail Parada Mar 14, 2025- 10:01

“Mi primer gran libro de astronomía”, es la obra escrita y publicada por Lucas Mazariego, un salvadoreño excepcional quién a sus escasos 10 años ya destaca en el extranjero y fue invitado a presentar su trabajo en universidades de Estados Unidos.

Durante las primeras semanas de este año, Lucas tuvo la oportunidad de viajar junto a su familia a la Universidad de Arizona y la Estatal del mismo estado, para presentar su libro y conversar con académicos e investigadores sobre sus intereses, quienes reconocieron el potencial extraordinario del menor.

Lucas actualmente está por concluir 7°, en un colegio de currícula internacional, donde se le ha permitido acelerar su proceso de promoción de grado en más de una ocasión. En medio de este panorama de éxitos el menor sostiene que ha encontrado importantes dificultades debido a que sus compañeros se encuentran a “la espera de un error”, inclusive se han generado desacuerdos con docentes por no seguir el ritmo de trabajo del resto de compañeros. 

“La socialización es algo muy importante para mí. El problema es que hay pocos niños aquí en El Salvador, que tienen altas capacidades y que han encontrado la fundación”, señaló Lucas a través de una entrevista con El Diario de Hoy.

Uno de los principales desafíos para los niños con altas capacidades es que “los demás no lo van a comprender. Una forma única de pensar contra una forma normal. La exclusión social y el bullying es una de las cosas que más recurren a los niños con altas capacidades porque no son comprendidos”, aclaró Lucas.

Cada 14 de marzo se conmemora el Día de las Altas Capacidades, una fecha clave para visibilizar la situación de los niños y jóvenes con habilidades excepcionales que a menudo enfrentan dificultades para adaptarse al sistema educativo convencional, llegando a desafiarlo constantemente. 

En El Salvador, la Fundación Altas Capacidades tiene más de una década de trabajo para garantizar una educación inclusiva y adecuada para esta población brindando apoyo psicológico y orientación para las familias de los menores.

Evelyn Campos, directora de la fundación, destacó la importancia de crear una legislación que respalde los derechos educativos de estos niños en el país.

"Nos hace falta la ley que garantice la educación de estos niños. A pesar de que hemos logrado que se establezca en el artículo 52 de la Ley Crecer Juntos la necesidad de apoyo educativo para altas capacidades, todavía nos falta un marco legal y estrategias de apoyo como la flexibilización curricular y la aceleración", señaló Campos. 

Además, subrayó que actualmente la fundación trabaja en la capacitación de 50 docentes en San Salvador y en la creación de programas que permitan identificar y atender adecuadamente a estos estudiantes.

Estudiante salvadoreño de 10 años publica libro de Astronomía para niños y niñas
Lucas Andrés Mazariego con su familia
El pequeño autor junto a sus padres y hermano. Foto / cortesía Ely de Mazariego

El reto de ser descubierto

Recibir el diagnóstico correcto se ha convertido en un desafío para los niños con altas capacidades en el país debido a que la gran mayoría de estos menores no son atendidos de forma correcta en sus salones de clase, llegando al extremo de creer que tienen problemas de aprendizaje, déficit de atención o hiperactividad, inclusive algunos de los menores han llegado a la fundación tras ser medicados para “normalizarlos”, detalló la directora.

La falta de capacitación en los docentes para manejar la diversidad en el aula agrava esta situación, haciendo que muchos niños terminan abandonando el sistema educativo tradicional en busca de opciones más flexibles y adaptadas a sus necesidades.

Mientras tanto los docentes que desconocen de este tipo de situaciones pueden llegar a etiquetar a los niños con desinterés o problemas de aprendizaje cuando los menores se niegan a realizar actividades repetitivas debido a que ellos avanzan mucho más rápido. 

Identificar a estos niños con capacidades excepcionales es un reto, debido a que no se enfocan en un área específica pueden tener interés en temas científicos, música, arte, matemáticas, idiomas, robótica o todos los anteriores de forma simultánea. 

Acoso escolar

Uno de los principales desafíos que enfrentan los niños con altas capacidades es el acoso escolar. Debido a su desarrollo cognitivo avanzado y sus intereses específicos, pueden ser blanco de burlas y exclusión por parte de sus compañeros. 

"Estos niños tienen intereses muy específicos que las escuelas a menudo no contemplan, lo que los hace ver diferentes ante sus compañeros y puede generar situaciones de aislamiento", explicó Campos. 

Campos detalló que los menores miembros de la fundación frecuentemente son víctima de maltrato por parte de los docentes, debido a que no tienen miedo a señalar los errores o cuestionar diferentes escenarios para los cuales el personal no está capacitado.

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Lucas Mazariego Novoa niño de la Fundación Altas Capacidades.
Lucas Mazariego Novoa niño de la Fundación Altas Capacidades. Foto EDH / Miguel Lemus

Mitos sobre las Altas Capacidades

Otro problema importante es derribar los mitos que rodean a los niños con altas capacidades. Se suele creer erróneamente que son autosuficientes y no necesitan apoyo adicional, cuando en realidad requieren acompañamiento especializado para desarrollar su potencial. 

También se les asocia exclusivamente con el éxito académico, sin considerar que pueden presentar dificultades socioemocionales, como ansiedad o baja autoestima, debido a la falta de reconocimiento de sus necesidades específicas.

Observaciones realizadas por la fundación sostienen que los padres buscan más ayuda en el caso de los niños para orientarles y desarrollar su potencial, mientras que las niñas reciben más apoyo por parte de su núcleo familiar si muestran interés en actividades artísticas.

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