Pasó tres días con el cadáver de su hermano porque no había espacio en el cementerio de San Miguel

En su desesperación, Blanca publicó en internet que iría a dejar el cadáver de su hermano frente a la alcaldía de San Miguel, ya que la comuna no le daba un espacio para la sepultura.

Por Jacqueline Mejía Abr 07, 2025- 20:07

“Hoy iré a dejar a mi hermano, que tiene tres días de fallecido, a la entrada de la alcaldía de San Miguel porque no hay puestos (en el panteón), y en la alcaldía no dan solución” publicó este lunes Blanca Martínez, en redes sociales, además del texto añadió la imagen del ataúd bajo un toldo, en un patio, en San Miguel. 

Remberto Coca Martínez, de 41 años, murió el sábado a causa de un paro cardiorrespiratorio; padecía de una enfermedad desde hace un tiempo. Ese sábado, la familia  hizo las diligencias para la velación en una funeraria y la gestión en la alcaldía de San Miguel Centro para que les dieran un lugar para sepultarlo en el cementerio general.

Pero ese mismo sábado, empleados municipales les informaron que ya no había espacio para más sepulturas en ese camposanto; que debían buscar espacio en el cementerio del cantón Las Lomitas del mismo distrito en San Miguel Centro.

La familia Martínez narra que se fueron a hacer las diligencias al otro cementerio, como les habían indicado, esto fue el domingo, cuando llegaron a Las Lomitas, la familia cuenta que un  líder  comunal les dijo que “el alcalde no tiene ningún derecho de mandar gente para enterrar ahí” y que ese cementerio no es público sino privado, “ solo para la gente de la comunidad”. 

Ante la negativa en este segundo panteón, una familiar de los Martínez les ofreció que sepultaran a Remberto Coca en el espacio donde reposan los restos de su madre, quien era tía de Remberto.

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El cuerpo pasó tres días siendo velado debido a que no hubo lugar para enterrarlo. EDH/JACQUELINE MEJÍA.

La señora cuyos restos estaban en ese lugar, compró el derecho de la sepultura y sus descendientes nunca  hicieron los trámites para actualizar quien heredó ese derecho del puesto.

Cuando intentaron tramitar la exhumación para luego proceder con el entierro de Remberto, de nuevo recibieron la negativa de la alcaldía, debido a que no cumplía con el requisito de ser un familiar directo, explica la familia Martínez.

“Tengo un terrenito en el cuadro número nueve, que yo se lo iba a donar a este pariente; entonces ya llegando allá me empiezan a pedir papeleo. Imagínese que hace 15 años mi mamá murió y ella guardaba todo ese papeleo. Yo tenía cancelado hasta el 2038 y me dijeron que yo no podía enterrar porque no había ni un parentesco con el fallecido”, relató Ana Silvia de Martínez, pariente que iba a donar espacio en el cementerio.

La consanguinidad es en tercer grado, por ello los apellidos de Remberto y la madre de Ana Silvia no coincidían lo que obstaculizó ceder el espacio, según explicaron.

La familia tuvo que regresar a la casa a seguir velación, el lunes por la mañana.La preocupación que tenían era enorme  tanto porque el tiempo estaba pasando y el cuerpo se comenzaría descomponer, como por el hecho de seguir pagando los servicios funerarios.

Esto motivó a que el lunes después de mediodía, decidieran publicar con detalle lo que sucedía, Fue en este punto cuando Blanca Martínez escribió en redes sociales la angustia que estaban pasando como familia.

La petición de ayuda de la doliente fue compartida más de 200 veces y recibió más de cien comentarios en menos de cinco horas; e incluso se etiquetaba al alcalde para que atendiera el caso. 

El alcalde Álex Torres respondió por la misma red social:  “Blanca Martínez, estoy viendo su caso y necesito que me envíe los datos de la persona que le atendió en el cementerio, así mismo los datos del fallecido, para solucionarle el enterramiento. No estoy al tanto del tema en cuestión, pero le voy a solucionar…No voy a permitir este tipo de acciones por personal de la municipalidad”.

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Finalmente la alcaldía municipal de San Miguel habilitó un espacio en el cementerio general para poder enterrar al difunto. EDH/JACQUELINE MEJÍA.

Minutos más tarde personal de la alcaldía llegó a la casa donde estaba la familia doliente con el cadáver. Esto ocurrió este lunes alrededor de las 2:30 de la tarde. La tumba fue asignada al fondo del cementerio, donde se encuentran aún algunos espacios sin ocupar.

Remberto Coca fue sepultado a las 3:30 pm de la tarde del lunes, en el cementerio municipal de San Miguel. En ese mismo lapso se realizaban dos entierros más en el panteón.

El problema de la saturación en ese camposanto y la venta ilegal de nichos es un problema que arrastra esa municipalidad desde hace años. 

Durante el periodo del alcalde Miguel Pereira, el funcionario ejecutó un proyecto para hacer más espacios en el cementerio con la creación de nichos aéreos, sin embargo se conoció que a pesar de la inversión, no se logró utilizar para entierros debido a que no cumplía con los requerimientos del Ministerio de Salud.

Posteriormente empezaron a sonar las anomalías que aún están en investigación por la Fiscalía General de la República, debido a que los mismos trabajadores de cementerios estaban revendiendo nichos que ya tenían propietarios.

Ana Silvia no estuvo exenta de una posible estafa, ella narró que quiso adquirir un espacio más a parte del que ya tenían, porlo que  personas que trabajaban en el cementerio le dijeron que podían “habilitarle” un espacio pero con una “movida de $300.00”, pero ella percibió que se trataba de un fraude; narró.

Alrededor de 10 personas, según se conoce hasta ahora, han sido engañadas con ese tipo de estafas, y sin una solución a su problema;pero de esto no hay datos oficiales públicos.. 

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Desde el 2009 al 2021, los entierros  se triplicaron, según algunos sepultureros, a su criterio  las muertes  violentas y los decesos por la pandemia  son factores que causaron la saturación del camposanto, y  según recuerdan en San Miguel los entierros eran casi de 5 por día en esa época.