6 motivos para incluir Joya de Cerén en tu próximo viaje

Descubrí Joya de Cerén, la Pompeya de América en El Salvador y el Patrimonio UNESCO que revela la vida cotidiana de un pueblo mesoamericano.

Por Lissette Figueroa Ago 29, 2025- 12:12

Si te interesa la historia viva, la arqueología y entender cómo era la vida real de —no solo la de élites o guerreros—, Joya de Cerén, o la Pompeya de América como es conocida, es uno de esos lugares que tenés que visitar en El Salvador.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este sitio único en Mesoamérica conserva intactas las evidencias de una comunidad campesina que fue sepultada por la erupción del volcán Loma Caldera alrededor del año 650 después de Cristo.

Maqueta de casa de Joya de Cerén
Maqueta para ejemplificar las viviendas en Joya de Cerén. Fotografía/ archivo

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A diferencia de otros sitios arqueológicos que muestran templos y monumentos, aquí se conoce y explica la vida cotidiana de un pueblo originario de El Salvador.

Estas son algunas curiosidades que te van a motivar a planear tu próxima visita:

1. Los pueblos originarios también tenían calidad de vida

Joya de Cerén fue una comunidad campesina que vivía de forma autosuficiente, saludable y organizada. Era una forma de vida con una calidad muy superior a la que viven muchos habitantes actuales de Centroamérica.

2. La agricultura ya se hacía con inteligencia y sostenibilidad

La comunidad modificó la ceniza del volcán Ilopango para adaptar el terreno, drenar el agua y cultivar de forma eficiente. Un ejemplo temprano de manejo del entorno con visión sostenible.

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Vasija encontrada en Joya de Cerén
Vasija encontrada en 2019, en el área donde se ubicaba la vivienda de la Chamana. Fotografía/ archivo

3. Diseñaban viviendas adaptadas a los fenómenos naturales 

El Salvador es conocido como el valle de las hamacas por su frecuente actividad sísmica y volcánica. En la erupción, las viviendas colapsaron hacia afuera, lo que indica que estaban diseñadas con un sistema antisísmico. Su base única y el uso de materiales locales reflejan un conocimiento profundo del territorio.

4. Lo que parecía simple, en realidad era sofisticado

Desde la orientación de las casas hasta los techos ventilados, todo tenía lógica. Incluso el sistema de iluminación interior estaba pensado para aprovechar la luz natural. No hay monumentos, pero  sí un diseño funcional y adaptado a su entorno.

5. Las mujeres ejercían liderazgo espiritual y medicinal

La casa de la chamana es testimonio de la autoridad espiritual y médica que algunas mujeres ejercían.  Su espacio, con plantas que todavía usamos hoy, dice mucho sobre el conocimiento botánico, la salud comunitaria y el rol femenino. 

Casa chamana de Joya de Cerén
En la imagen, la vivienda de la chamana. Frente a ella, la arqueóloga Michelle Toledo que se dedicó a hallazgos y conservación del sitio. Fotografía/ archivo

6. Había intercambio con otras regiones mesoamericanas

Algunas cerámicas no fueron elaboradas localmente, lo que indica vínculos técnicos y comerciales con otras zonas mesoamericanas. Joya de Cerén no era un lugar aislado, sino parte de una red más amplia.